STAVROS VAVÓURIS

Atenas-Grecia, 1925-2008

MONÓLOGO DE ELECTRA

Sorpresivamente me cautivaba la idea
de que podía expulsar
personas y cosas como una lanza;
que era posible que tomara forma de
guillotina
sobre nucas culpables
que podía elevarme
oscura como ciprés
inalcanzable como destino.
La idea de que podía cruzar indiferente
con una satánica sonrisa imperceptible
multitudes rabiosas y enfurecidas en mi contra
me disolvía.
Me atravesaba, con espasmos casi de placer, el
pensamiento
de que podía
encontrarme en el último escalón del patíbulo
con desprecio
mientras una turba deslumbrada
por el mal esperaría hasta el final
que rompiera en sollozos.
Sorpresivamente me cautivaba
sí, me volvía loca la idea
de que era posible que tomara el tono
de ceniza irrevocable
ensombreciendo y aniquilando la luz del sol
que tanto la había encendido y embriagado.

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