THOMAS MICHAEL KETTLE

Dublín-Irlanda, 1880-Batalla de Somme-Francia, 1916

A MI HIJA BETTY, THE GIFT OF GOD  

En  aquellos tranquilos días, mi pequeña y querida rosa, impregnados
De orgullosa belleza como su excelsa madre,
En ese deseado,  demorado, increíble  tiempo,
Preguntarás porqué te abandoné,  querida mía,
Y el querido corazón que era tu trono de niña,
Para jugar con la muerte. Y ¡oh! Ellos  te darán un anhelo
Y una razón: algunos lo llamarán la más sublime,
Y algunos lo criticarán  en un tono engreído.
Así que aquí, mientras  las armas maldicen enloquecidas nuestras cabezas,
Y los agotados hombres  suspiran en medio del barro por un sofá y un suelo,
Sabed que nosotros  engañamos, ahora ante  la insensata  muerte,
Muertos no por banderas, reyes, o emperadores, -
Sino por un sueño, nacido en el cobertizo de un pastor,
Y por la secreta Verdad de los pobres.

Traducción: Ignacio Pemán Gavín

Comentarios