Dublín-Irlanda, 1880-Batalla de Somme-Francia, 1916
A MI HIJA
BETTY, THE GIFT OF GOD
En aquellos tranquilos días, mi pequeña y
querida rosa, impregnados
De orgullosa belleza como su excelsa madre,
En ese deseado, demorado, increíble
tiempo,
Preguntarás porqué te abandoné, querida mía,
Y el querido corazón que era tu trono de niña,
Para jugar con la muerte. Y ¡oh! Ellos te
darán un anhelo
Y una razón: algunos lo llamarán la más sublime,
Y algunos lo criticarán en un tono engreído.
Así que aquí, mientras las armas maldicen
enloquecidas nuestras cabezas,
Y los agotados hombres suspiran en medio del
barro por un sofá y un suelo,
Sabed que nosotros engañamos, ahora
ante la insensata muerte,
Muertos no por banderas, reyes, o emperadores, -
Sino por un sueño, nacido en el cobertizo de un
pastor,
Y por la secreta Verdad de los pobres.
Traducción: Ignacio Pemán Gavín
Comentarios
Publicar un comentario