GESUALDO BUFALINO


Comiso, Ragusa (Italia) 1920 - 1996


INTERLUDIO

¡Sshhh!... Güerrin duerme, no lo despertemos.
Desearía equivocarme, pero creo
que cada día
duda más de su existencia,
cree ser una armadura llena de viento,
como esas de los viejos castillos
que aterrorizaban a Ridolini...
Como si nosotros fuésemos más reales
metidos dentro de nuestras vainas de carne,
cortando el aire con gestos sin ton ni son,
borbotando palabras a patadas
como una olla demasiado llena...
Nosotros al igual que él en el vientre de la ballena,
infinitos Pinochos.

De El Güerrin Mezquino, 1993
La amarga miel, selección, traducción y prólogo de Ricardo Herrera, 
Alción Editora, Córdoba, Argentina, 2010

CARTA DE FIN DE AÑO

Dicen que repetita iuvant
que el primer beso es insípido,
pero que es el segundo el que cuenta;
que el bis de un minuto radiante
tiene el sabor a miel que se nos escapó aquella noche...

Pero el año que regresa con su ronco olifante
a soplar en nuestros oídos
la enésima Roncesvalles,
y acrece los ríos, y empobrece los árboles;
el año que en el espejo entrega
a una navaja desganada la barba cada vez más blanca;
el año que crece sobre sí con gula numérica,
desgranando sobre el calendario
el reincidente blues del Nunca más
¿quién osaría decir que merece la fiesta de Bienvenida?
¿quién podría jurar que no es peor que los otros?

El mal se multiplica y repetita non iuvant.
Sin embargo... Sin embargo, en la rifa arcana de lo Posible,
entre los dados y el azar, la partida está abierta:
flores insólitas hinchan el regazo de un huerto,
lunas nunca vistas inundarán el cielo,
en un jardín dos jóvenes
intercambiarán teléfonos y nombres,
asombrados de llamarse Adán y Eva;
bajo los balcones vendrá un ciego
que vende almanaques
a persuadirnos de vivir...

Creámosle por última vez.
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