Caracas-Venezuela, 1893-1972
Alma mía, la ciudad parece olvidar tu nombre,
y, como dibujo de anticuario,
se encristala en el frío traducido de la tarde.
He aquí la niebla: zorra gris
escapada de las montañas del cielo
Pero, nuestras mejillas están juntas;
y el óleo arde bajo tus cejas
podría fundirla, de repente,
si tus miradas no fueran ya como dos lirios
en el cieno de mis ojos
(El Havre, 1936)
y, como dibujo de anticuario,
se encristala en el frío traducido de la tarde.
He aquí la niebla: zorra gris
escapada de las montañas del cielo
Pero, nuestras mejillas están juntas;
y el óleo arde bajo tus cejas
podría fundirla, de repente,
si tus miradas no fueran ya como dos lirios
en el cieno de mis ojos
(El Havre, 1936)
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